El ecosistema único: Esnorquelear aquí significa adentrarse en la vida cotidiana de más de 1.500 especies de peces, cada una con su pequeño barrio de arrecifes.
Condiciones perfectas: La temperatura del agua oscila perfectamente entre 23 y 29 °C durante todo el año (es como un baño caliente que nunca se enfría), y la visibilidad a menudo supera los 30 metros; imagínate mirar tres campos de fútbol bajo el agua.
Más accesible que la mayoría: A diferencia de los destinos de buceo en aguas profundas, las secciones más vibrantes de la Gran Barrera de Coral se encuentran en lagunas poco profundas y transparentes, donde puedes acercarte y observar almejas gigantes que son más viejas que tus abuelos.
Colorido al alcance de la mano: El arrecife se construye a sí mismo hacia arriba, hacia la luz del sol, lo que significa que los jardines de coral más coloridos a menudo se encuentran a sólo 2-8 metros por debajo de la superficie, una profundidad de esnórquel perfecta donde cada color estalla como un caleidoscopio de cristal.